Línea infranqueable
que separa la unidad
en abismos insondables
y precipicios de soledad.
Mentira de un segundo
que rompe la barrera,
disparando el mundo
a la carrera
de eternas distancias
a las que nunca llegas.
De nulas esperanzas
al vivir a ciegas
cuando no hay refugio
en el alma ajena.
Espejo que reflejas
los zarpazos dibujados
por agudas agujas
de destinos tatuados.
Texto e imagen Matilde Párraga. Todos los derechos reservados